Por JovanaG

Marzo 1996

Durante la última década América Latina ha experimentado extraordinarios cambios económicos y políticos que se enmarcan en las profundas transformaciones operadas a nivel mundial en el campo tecnológico, en el comercio y en los procesos de integración regional.

Este nuevo contexto internacional y regional crea nuevas posibilidades para que el sector agroalimentario de América Latina y el Caribe haga una contribución sustantiva al crecimiento económico, a la creación de empleo y al alivio de la pobreza en cada uno de los países que integran la región.

Aprovechar estas oportunidades requiere un esfuerzo especial en el área tecnológica que sirva de sustento a una rápida y profunda modernización del sector agroalimentario en un marco de conservación de los recursos naturales. Un área de particular relevancia en este esfuerzo es el fortalecimiento de las actividades de investigación conjunta, en temas prioritarios y de interés para América Latina y el Caribe.

En función de este objetivo los países de la región están creando el Fondo Regional de Tecnología Agropecuaria, especialmente diseñado para financiar actividades conjuntas de carácter estratégico en las cuales el esfuerzo cooperativo permite lograr una mayor eficiencia y productividad del proceso innovativo.