Por Comunicaciones

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La participación del conjunto de la sociedad es clave para trabajar en modelos innovadores para la agricultura familiar y su adaptación al cambio climático y acercar distintas herramientas a los sectores más afectados.
Por ello, FONTAGRO ha orientado su acción a la innovación agropecuaria y la ha definido como un proceso participativo donde las personas emplean conocimientos tecnológicos, organizacionales e institucionales para producir bienes y servicios que, apropiados por la sociedad, generan beneficios sociales y ambientales, entre muchos otros.
En sus casi 20 años de actividad y más de 100 proyectos regionales financiados para la investigación e innovación agropecuaria, en particular aquella que involucra productores de pequeña escala y familiares, FONTAGRO ha acumulado experiencias y conocimientos significativos sobre lo que funciona y lo que no funciona.
A partir de distintas experiencias institucionales es posible resumir lecciones críticas aprendidas durante estos años, específicamente:

 

  • La participación de los pequeños productores como motores del proceso es esencial. Desde la identificación del problema u oportunidad, la búsqueda de soluciones, el establecimiento de alianzas hasta la implementación de nuevas prácticas y tecnologías.
  • La unión hace la fuerza. La organización de los productores es clave para el éxito, en particular para acceso a mercados y el logro de una escala suficiente para negociar.
  • El apoyo institucional es necesario en el tiempo, pero no debe generar paternalismo. El apoyo oportuno para implementar metodologías y tecnologías puede dar el impulso necesario para que un grupo de productores innovadores pueda despegar y tener éxito.
  • La conexión con los mercados es clave en la agricultura familiar. Si bien es cierto la alimentación y bienestar de las familias son objetivos centrales en la actividad productiva, el acceso a mercados es fundamental para complementar otras necesidades del núcleo familiar orientadas a mejorar su calidad de vida (salud, educación, fundamentalmente).
  • La innovación tecnológica es necesaria pero no suficiente. Igualmente importantes son las innovaciones organizacionales e institucionales.
  • Las políticas favorables promueven la innovación. Sin embargo, las innovaciones generan lecciones y cambios en las políticas. En esencia se trata de procesos de retroalimentación positiva.
  • La participación de otros sectores, en particular el privado empresarial, puede ser esencial en algunos casos para escalar y masificar la implementación de innovaciones.
  • En un proyecto, programa o proceso es posible generar beneficios múltiples para la sociedad. En varias de las iniciativas apoyadas por FONTAGRO ha sido posible identificar beneficios sociales, económicos y ambientales en forma concurrente.
  • La creatividad local es un elemento esencial en la innovación. Los productores conocen mejor que nadie su ambiente y sus limitaciones, y por ende pued visualizar oportunidades, que tal vez para una persona u organización externa sería muy costoso.

 

Lo anterior es un breve compendio del aprendizaje institucional de FONTAGRO que podemos catalogar como aprendizaje general. La organización, por supuesto, también ha acumulado experiencias y conocimientos en otros campos como la negociación, la administración y la gestión del conocimiento.

Podemos decir que el aprendizaje, la sostenibilidad y la relevancia de una organización están íntimamente ligados. Una organización que no aprende o que no incorpora el aprendizaje en su quehacer diario, difícilmente puede ser sostenible o mantener su relevancia en el tiempo.  Ello nos permite concluir que el aprendizaje es un factor clave para el éxito y la evolución institucional.
Secretaria Técnica-Administrativa
FONTAGRO