Por fontagro

Foto perteneciente a Casos exitosos 2015: EL GRIAL DE LA AGRICULTURA ECOEFICIENTE» en Nicaragua, México.

 

El 5 de junio se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente. En agenda desde 1974, cada año cobra mayor relevancia por la concientización de la importancia que tiene la protección del  entorno para la mejora en el desarrollo y el bienestar de los pueblos. Este año la temática impulsada tiene que ver con la contaminación del aire y según Naciones Unidas, “el objetivo es eliminar de forma progresiva nuestra contribución al calentamiento global”.

FONTAGRO considera vital esta premisa y trabaja mancomunadamente con instituciones públicas y privadas para apalancar iniciativas que generen propuestas de mitigación y adaptación al cambio climático para pequeños productores del sector agropecuario en América Latina y El Caribe.

Los habitantes de estas zonas enfrentan grandes retos a causa del cambio climático y ven afectado su desarrollo socio-económico y ambiental. Por este motivo FONTAGRO promueve mecanismos de transferencia de tecnología y redes de conocimiento para impactar en estos sectores y revertir la situación a partir de la investigación, el correcto diagnóstico y la innovación.

En esta línea, se llevan a cabo varias iniciativas en simultáneo. Entre ellas, se elaboró un mapa regional de instituciones y partes interesadas con valiosa experiencia en Tecnologías ambientales racionales (TAR), en el marco de un proyecto de colaboración con el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM). Esta base de datos pone a disposición más de 2000 registros de instituciones, información y experiencias en políticas, investigaciones e innovación en tecnologías ambientales racionales en torno al cambio climático en el sector agrícola.

Por otro lado, FONTAGRO impulsa una nueva etapa de trabajo a partir del reciente cierre de las convocatorias de proyectos de este año (2019):

Ambas convocatorias están alineadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y  enmarcadas en el Plan de Mediano Plazo de FONTAGRO que establece acciones para contrarrestar los efectos negativos de la variación climática en los productores de pequeña escala, los cambios en la demanda y el consumo de alimentos, y la pobreza y la vulnerabilidad en el ámbito rural en América Latina y El Caribe.