Por Fontagro Editor

Soluciones Tecnológicas para Incrementar la Productividad y Competitividad Frutícola Andina

El Proyecto FONTAGRO “Productividad y Competitividad Frutícola Andina” presentó innovaciones y resultados concretos, que vinculan la ciencia y toda la cadena de valor.

Continuando con este ciclo de diálogos de discusión técnica, que denominamos “FONTAGRO EN ACCIÓN”, el 25 de marzo se desarrolló la 2° Mesa de Conocimiento, dónde el Proyecto FONTAGRO Productividad y Competitividad Frutícola Andina, fue el protagonista. En un panel de lujo, se presentaron resultados concretos de esta exitosa iniciativa.

Para iniciar el evento, Eugenia Saini, Secretaria Ejecutiva de FONTAGRO, destacó la excelente labor de este proyecto por conectar la ciencia y la tecnología con el agregado de valor y acciones de negocio para el desarrollo de la agricultura familiar de América Latina, Caribe y España.

Seguidamente, el moderador Jorge Bernal (Investigador de AGROSAVIA) dio paso al líder del Proyecto, Carlos Orrego (Profesor de la Universidad Nacional de Colombia). Orrego explicó que en esta iniciativa participan Universidades, Institutos de Investigación, Empresas y Asociaciones de productores de Colombia, Ecuador, España y Perú, para el desarrollo de tecnologías de adaptación al cambio climático y aumento de calidad de aguacate, pasifloras, cítricos y sus derivados. Dentro de los resultados alcanzados, dijo que las tecnologías validadas de fertirriego, han permitido llegar a 15 ton/ha-año en granadilla (media de Ecuador 10 ton/ha-año), 16.8 ton/ha-año en aguacate Hass (vs.8.5 ton/ha-año con fertilidad edáfica). También desarrollaron 2 bases de datos suelo-planta-agua clima, prácticas agronómicas sostenibles, 6 estudios de vida de anaquel y 2 de transformados de fruta; 2 métodos de alargamiento de vida útil para granadilla y aguacate Hass y tres nuevos materiales de maracuyá. Estimaron huellas de carbono de aguacate Hass y gulupa, con un aplicativo diseñado para su cálculo. Además, están trabajando en prototipos de 19 alimentos, 3 cosméticos y 4 materiales; y están evaluando 3 biorrefinerías.

El líder del proyecto también resaltó otros logros de la iniciativa, como la redacción de numerosos artículos y publicaciones científicas, la formación de diplomados, participación en eventos presenciales y virtuales, días de campo, etc. Precisó que, por actividades de capacitación y transferencia, se han beneficiado en forma directa unas 4268 personas y 58000 en forma indirecta.

Impacto del proyecto en la agricultura familiar

Para conocer cómo los resultados del Proyecto pueden impactar en la agricultura familiar, Carlos Orrego, mencionó que han trabajado en forma efectiva para la transferencia de tecnología, y para que realmente sea transformador, acompañan a las empresas y a los productores en ese proceso. Reforzando esa idea,  William Viera (Investigador de INIAP Ecuador y colaborador del Proyecto) dijo utilizan parcelas demostrativas para que los productores salgan de la agricultura tradicional y vean que los resultados de la aplicación de tecnología optimiza la utilización de recursos y mejora los rendimientos. “Nuestros países tienen el potencial para crecer, acceder a mercados extranjeros, mejorar sus ingresos y calidad de vida”, subrayó.

Para ejemplificar, la investigadora del Proyecto Angélica María Cardona (Directora de Innovación y Desarrollo Planta de Frutas en CI FLP) comentó que una empresa de frutícola en su propia granja pudo ver los beneficios del fertirriego. “Se corrió la voz y hubo un efecto cascada, la adopción de esta tecnología se replicó y llegó a más agricultores”, puntualizó. “Nada convence más que la experiencia de un compañero” agregó Víctor Falguera Pascual (Investigador de AKIS, España y colaborador del Proyecto), quién manifestó que en un contexto de cambio climático y precio de fertilizantes elevados, el fertirriego cobra aún más valor, y el ajuste de esta tecnología por parte del proyecto permite producir más y mejor. Un desafío que planteó Falguera es sumar a la administración pública para el desarrollo de políticas que acompañen la adopción de tecnologías en beneficio de la agricultura familiar.

Evolución de la fruticultura andina

“Este proyecto ha impactado en la calidad de fruta que se produce, hoy es un fruto más sano. Se han reducido las mermas por descarte, actualmente entre el 85 y 90% de la fruta es aprovechable para exportación”, argumentó Angélica María Cardona. Quién dijo que el proyecto ha avanzado en la industrialización de frutos, como jugos preparados que se venden en supermercados, 3 productos orgullo de esta iniciativa.

Según Víctor Falguera, para el crecimiento de los países, no sólo hay que exportar fruta fresca, sino que hay que aprovechar sus subproductos, valorizarlos e industrializarlos. Para ello, remarcó la necesidad de hacer un nexo entre la producción primaria, la nutrición humana y la salud, formando equipos interdisciplinarios de trabajo.

Apuntando a la seguridad alimentaria, Carlos Orrego ponderó las grandes bondades tienen las frutas, no solo para nutrir si no para prevenir enfermedades. También habló del aprovechamiento de los residuos como un paso que se mueve a gran velocidad.

Reforzando la inmensa potencialidad que tienen las frutas andinas, William Viera habló del incremento de la demanda de bioactivos y minerales que tienen el aguacate, las pacifloras y los cítricos.  “Tenemos más alternativas para comercializarlas mejor, y con los Proyectos FONTAGRO los seguimos potenciando, para una mejor calidad de vida de América Latina”, reflexionó.

Para cerrar esta extraordinaria mesa de diálogo, Eugenia Saini remarcó el rol de los proyectos como herramienta para el desarrollo territorial desde la ciencia. Subrayó la importancia de trabajar en cooperación y cooinnovación para productores de pequeña escala, modelo predominante en América Latina y el Caribe. Además, destacó la labor de la iniciativa Productividad y Competitividad Frutícola Andina por la generación de tecnologías, la concientización de los productores, la mejora en la calidad de la fruta, su industrialización y aprovechamiento no sólo como alimento, en línea con la economía circular y la bioeconomía. “Este proyecto contemplo a toda la cadena de valor. La agricultura va al consumidor y tiene impacto en la alimentación y en la salud”, concluyó.

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Sobre FONTAGRO

FONTAGRO se creó en 1998 con el propósito de promover el incremento de la competitividad del sector agroalimentario, asegurando el manejo sostenible de los recursos naturales y la reducción de la pobreza en la región. El objetivo de FONTAGRO es establecerse como un mecanismo de financiamiento sostenible para el desarrollo de tecnología e innovaciones agropecuaria en América Latina y el Caribe y España, e instituir un foro para la discusión de temas prioritarios de innovación tecnológica. Los países miembros son: Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, España, Honduras, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela. En los últimos 25 años se han cofinanciado 195 plataformas regionales de innovación agropecuaria por un monto de US$139.7 millones, que ha alcanzado a 1809 instituciones y 35 países a nivel mundial.